Un día estresante

Estoy súper cansada, ayer fue un día increíble para mi, de la oficina a la universidad de la universidad a la oficina, pero todo eso se lo debo antes que nada después del ajetreo que tenía a la impuntualidad del dominicano y hasta de extranjero. Digo esto ya que ayer mi día se volvió un caos debido a esto.



Había convocado en mi oficina a dos cliente para una reunión y cierre de negociación en la mañana, ya que tenía previsto una reunión en la universidad de la pasantía a las 3:00 pm, y otra a las 7:00 pm con el asesor de mi tesis, pero para mi desgracia total los clientes no llegaron a sus respectivas horas, uno debió llegar a las 9:30 am y el otro a las 11:30 am, pero pasaron las horas y al mediodía me fui a buscar a los niños al colegio, dejarlos en mi casa comer y tratar de estar en la oficina a la 1:00, ya que había tomado un permiso por lo de la universidad. Llegó las 2:30 p.m. hora de irme a la universidad para yo si ser puntual y responsable y poder estar a las tres en la pasantía convocada por el profesor Giovanni Matos director de la Escuela de Comunicación. Mas adelante sucede lo siguiente, llego antes de las tres de la tarde a mi reunión hace un calor del diantre en el departamento de comunicación donde se supone hay aire, pero bueno, allí íbamos a esperar al profesor, luego de una hora y pico de espera a las cuatro y quince aproximadamente llega el profesor Giovanni, y al iniciar la famosa reunión me llaman de la oficina para decirme que llegó el cliente que esperaba a las 9 de la mañana y que justo diez minutos mas tarde entra el cliente que esperaba a las once de la mañana...

Cómo puede dañarse el día de una persona por irresponsabilidad de otras, ya yo estaba que no me encontraba ni en la universidad ni en la oficina, porque estaba desde el pasillo de la universidad dando instrucciones de como tenían que hacerse las cosas con ellos y al final me hicieron un lío tan grande que tuve que reiniciarlo todo nuevamente, pero a todo esto mi jefa me imagino que incomoda por la situación y yo no pude gozar de la reunión de la pasantía, no pude atender a mis cliente personalmente yo y no pude regresar a la oficina como quedé con mi jefa por que salí a las cinco y pico de la reunión y sólo de camino con los tapones se me hacía imposible llegar a tiempo.

El único que llegó a su hora justa fue mi asesor de tesis el maestro Onofre de la Rosa y por eso me da gusto que sea mi asesor, porque con él sé que haremos un buen trabajo en equipo.

Cómo se progresa en un país con gente tan desconsiderada e irresponsable, pero gracias a Dios mi día terminó con buen pie, pues desde que llegué a mi casa recibí un fuerte, cariñoso y caluroso abrazo de Gabrielito mi hijito quien aun estaba despierto esperando a su mami y con ese significativo e inmenso abrazo se me fue el cansancio y el estres del día.